El secado del café es un proceso crucial cuyo objetivo principal es preservar las características y la calidad del grano durante un periodo prolongado.
En las regiones cafetaleras de África, las condiciones climáticas son óptimas para el secado del café. Durante las temporadas de cosecha, estas áreas experimentan periodos secos prolongados con baja humedad relativa y escasas precipitaciones, lo que facilita un secado uniforme y estable del café. En contraste, en el suroccidente, la humedad relativa suele superar el 60% y puede llegar hasta el 80% en los periodos más húmedos, con precipitaciones anuales que exceden los 1000 mm en muchas áreas. Estas condiciones dificultan el secado adecuado del café y aumentan el riesgo de crecimiento de hongos y deterioro del grano durante el almacenamiento.
Por esta razón, en Banexport hemos desarrollado un ambiente controlado que emula las condiciones climáticas de África, asegurando un secado óptimo y permitiendo que el café mantenga su calidad y características por mucho tiempo.
Este novedoso invernadero busca reducir la humedad del café a un rango de 9,5 al 10,5%, ya que cuando el café es almacenado por encima del 12%, tiene una alta posibilidad de que se decolore o sea afectado por hongos, perdiendo su calidad física y en taza.
El secador solar está dividido en 2 partes, la parte superior del invernadero denominada colector solar térmico, ahí con la ayuda de un compresor es inyectado aire seco, este se calienta gracias al sol, consiguiendo temperaturas de 32 a 35 grados centígrados y una humedad relativa por debajo del 50%. Después, con ayuda de extractores ubicados en la parte inferior del invernadero, el aire seco y cálido es llevado a la sección inferior del secadero compuesta por módulos aislados, estos módulos contienen camas elevadas dispuestas en 3 niveles diferentes, los extractores crean un flujo constante de aire que pasa a través de los granos de café, capturando la humedad y expulsándola del invernadero, logrando un secado estable y uniforme en el café.
Este sistema garantiza que, al final del proceso de secado, evite el crecimiento de hongos y otros microorganismos que pueden afectar a la calidad del café durante el almacenamiento.
El café permanece en el invernadero de 20 a 24 días, en ese lapso el café y se mueve varias veces al día para mantener la humedad homogénea.