Sotará

Café con notas de naranja, ciruela y chocolate con leche; retrogusto a canela, cuerpo medio y acidez media.

$ 55.000 COP

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grano
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media
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1

Codigo del producto:Sotará cv0620
Disponibilidad:En stock
Categoría:Café Tostado
Subcategorías:Municipios De Colombia
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PRODUCTORES

PREMIOS

La Chorrera

Cauca
Cauca
Sotará
Sotará
Altitud
1900 MSNM
La Chorrera

PERFIL DE SABOR

Café con notas de naranja, ciruela y chocolate con leche; retrogusto a canela, cuerpo medio y acidez media.

PUNTAJE SENSORIAL

Aroma - Fragancia
8.0 pts
Dulzor
10.0 pts
Acidez
8.0 pts
Uniformidad
10.0 pts
Cuerpo
8.0 pts
Balance
8.0 pts
Sabor
8.0 pts
Taza Limpia
10.0 pts
Sabor Residual
8.0 pts
Puntaje Catador
8.0 pts
Puntaje Total
86.0 pts

Caturra

La variedad Caturra, cuyo nombre proviene del idioma indígena guaraní y significa "pequeño", fue introducida en Colombia en 1952, originaria de Brasil. Se cree que esta variedad surgió como una mutación natural de la planta de café Bourbon. Una de sus características físicas más distintivas es su porte enano. Este crecimiento compacto facilita su cultivo y manejo, especialmente en regiones montañosas o en áreas con espacio limitado. Los granos de café Caturra son más pequeños que los de muchas otras variedades, pero se destacan por su tamaño uniforme, lo que facilita su procesamiento, secado y tostión. Esta uniformidad también contribuye a la consistencia en los perfiles de sabor, y Caturra es ampliamente reconocida por su acidez y cuerpo. Caturra ha desempeñado un papel importante en el desarrollo de otras variedades de café. Por ejemplo, sirvió como una de las bases genéticas para la creación de Colombia y Castillo, dos variedades desarrolladas para mejorar la resistencia a enfermedades manteniendo la productividad y la calidad. Estas variedades fueron diseñadas para enfrentar desafíos como la roya del café, pero deben gran parte de sus atributos de calidad al legado de Caturra. En los últimos años, ha habido un renovado interés en Caturra debido a la naturaleza dinámica del mercado de cafés especiales. A medida que consumidores y tostadores buscan cafés únicos y de alta calidad, muchos productores han vuelto a variedades tradicionales como Caturra, experimentando con nuevos métodos de procesamiento —como fermentaciones prolongadas, procesos anaeróbicos o el método honey— para resaltar sus cualidades inherentes. Estas innovaciones han permitido que Caturra se mantenga competitiva en un mercado que constantemente busca tanto nuevas variedades como la recuperación de cultivares tradicionales.

Cosecha

COSECHA

En las fincas, la cosecha se lleva a cabo en dos períodos principales: la cosecha principal, que ocurre entre mayo y agosto, y la mitaca, entre noviembre y diciembre. Este trabajo se organiza en ciclos aproximados de 15 días, contando con un equipo de 6 personas contratadas, principalmente mujeres de la región, quienes son remuneradas por kilogramo de café recolectado. Los miembros de las familias también participan activamente en estas labores. Durante la cosecha, se seleccionan únicamente las cerezas maduras con un color rojo intenso, ya que es en este punto cuando los granos contienen mayor concentración de azúcares y alcanzan su calidad óptima. Tras la recolección, las cerezas pasan por un proceso de flotación que elimina las de menor calidad y baja densidad, asegurando que solo los frutos adecuados sigan al proceso de beneficio.

Fermentación

FERMENTACIÓN

El café se recoge y despulpa el mismo día. Luego, los granos se colocan en tanques de plástico o tinas de fermentación embaldosadas, donde permanecen durante 36 a 48 horas. Al finalizar este tiempo, se lavan tres veces. Durante la etapa de lavado, se aprovecha para retirar aquellas almendras que presenten defectos físicos y que no fueron identificadas previamente en el balseo, asegurando que solo el mejor café pase al proceso de secado.

Secado

SECADO

Una vez lavado, el café es llevado a las camas de los secadores parabólicos, donde está protegido de la luz directa. En estos espacios, el café se deja secar durante aproximadamente 11 días, permitiendo que la humedad se reduzca de manera controlada. Durante este tiempo, la temperatura y el flujo del aire se regula abriendo las cortinas laterales de los secadores en las horas más soleadas para evitar un secado desigual. Debido a la altitud y la humedad característica de la zona, el proceso de secado puede tomar un poco más de tiempo que en otras regiones. Para asegurarse de que el café ha alcanzado el nivel adecuado de humedad, se verifica su estado realizando una prueba manual: se trilla una pequeña cantidad de granos con la mano y se observa el color de estos. Si tiene un tono similar al cemento, se considera que está listo. Antes de empacar, se deja en las camas superiores del secador por dos días adicionales, donde el sol penetra directamente, asegurando una última etapa de secado.