El café Castillo es una variedad desarrollada en Colombia a través de un programa de
mejoramiento genético que duró más de 30 años. Este programa fue realizado por el Centro
Nacional de Investigaciones de Café (CENICAFÉ) con el objetivo de obtener una variedad
resistente a la roya, una enfermedad que afecta gravemente los cultivos de café. Desde su
lanzamiento oficial en 2005, el café Castillo ha desempeñado un papel fundamental en la
caficultura colombiana.
El café Castillo se cultiva en todo el país, especialmente en las regiones cafeteras del Eje Cafetero,
Nariño, Huila y Cauca. Representa aproximadamente el 80% de la producción anual de café en
Colombia. Su capacidad de adaptación a diferentes altitudes, entre 800 y 2.000 metros sobre el
nivel del mar, permite una amplia gama de perfiles de sabor y características únicas.
El árbol de café Castillo es de tamaño medio a bajo y produce granos grandes, ovalados y
alargados. Las hojas nuevas son de color bronce o verde, y los granos presentan ranuras y estrías
superficiales. Durante la cosecha, un árbol de Castillo produce en promedio 400 gramos de café
pergamino, aunque en casos excepcionales puede llegar a producir hasta 1 kilogramo.
Para apreciar plenamente las cualidades del café Castillo, se recomienda degustarlo utilizando
diferentes métodos de preparación, como espresso o filtrado. Experimentar con distintos
tamaños de molienda y tiempos de extracción puede resaltar aún más los sabores y aromas de
esta variedad. Castillo es muy valorado en el café de especialidad por su cuerpo equilibrado,
acidez brillante y la versatilidad que ofrece a tostadores y baristas en la elaboración de tazas
distintivas.